Colombia paga impuestos al consumo más altos que Suiza y EE. UU
La tasas impositivas en el país no son las más altas a nivel mundial, pero factores como la inequidad y la dispersión de normas les dificulta a dueños del capital y a consumidores elevar sus niveles de inversión y reducir la informalidad.
Esta es una de las conclusiones que se desprende del estudio ‘Cuánto tributan efectivamente el consumo, el trabajo y el capital en Colombia’, que realizaron los economistas del Banco de la República Martha Delgado Rojas y Hernán Rincón Castro.
Esta es una de las conclusiones que se desprende del estudio ‘Cuánto tributan efectivamente el consumo, el trabajo y el capital en Colombia’, que realizaron los economistas del Banco de la República Martha Delgado Rojas y Hernán Rincón Castro.
Por ejemplo, no reflejan fielmente la carga de impuestos sobre consumidores, trabajadores y propietarios del capital.
Es así como durante el periodo de estudio (1994-2016), las tasas efectivas promedio netas sobre el consumo, el trabajo y el capital fueron, respectivamente, de 10,7, 18,6 y 15,4 por ciento.
Entre tanto, para el 2016, alcanzaron, en su orden, niveles de 11,2, 20,8 y 21,4 por ciento.
Además, el estudio señala que la tasa impositiva sobre el trabajo se ubica por encima de aquella sobre el capital a lo largo de 22 años, excepto a partir del 2015.
Sin embargo, estas últimas son relativamente bajas, comparadas con las de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), club de buenas prácticas en el que a Colombia le falta la aprobación de dos comités para ser admitido.
“Si estas tasas se confrontan con las estatutarias se infiere que existen cuantiosos gastos de consumo e ingresos del trabajo y del capital en la economía (colombiana) que no pagan impuestos, o pagan menos que lo que deben”, dicen los autores.
Por ello, afirman que las razones están relacionadas con los beneficios tributarios, la elusión y la evasión.
Cabe señalar que las tasas estatutarias o nominales son las que están señaladas específicamente en las normas mientras que las efectivas miden la carga real sobre los contribuyentes, ya sean consumidores, trabajadores o propietarios del capital.
Es decir que estas últimas incluyen exclusiones, exenciones, deducciones, tratamientos especiales y descuentos, inmersos en los estatutos, y debería ser igual a la estatutaria (nominal), pero por dichos beneficios o ‘los quites’ el contribuyente paga menos al fisco.
Los resultados del estudio evidencian las grandes brechas entre los países en lo relacionado con tasas efectivas promedio brutas de tributación.
Es así como durante el periodo de estudio (1994-2016), las tasas efectivas promedio netas sobre el consumo, el trabajo y el capital fueron, respectivamente, de 10,7, 18,6 y 15,4 por ciento.
Entre tanto, para el 2016, alcanzaron, en su orden, niveles de 11,2, 20,8 y 21,4 por ciento.
Además, el estudio señala que la tasa impositiva sobre el trabajo se ubica por encima de aquella sobre el capital a lo largo de 22 años, excepto a partir del 2015.
Sin embargo, estas últimas son relativamente bajas, comparadas con las de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), club de buenas prácticas en el que a Colombia le falta la aprobación de dos comités para ser admitido.
“Si estas tasas se confrontan con las estatutarias se infiere que existen cuantiosos gastos de consumo e ingresos del trabajo y del capital en la economía (colombiana) que no pagan impuestos, o pagan menos que lo que deben”, dicen los autores.
Por ello, afirman que las razones están relacionadas con los beneficios tributarios, la elusión y la evasión.
Cabe señalar que las tasas estatutarias o nominales son las que están señaladas específicamente en las normas mientras que las efectivas miden la carga real sobre los contribuyentes, ya sean consumidores, trabajadores o propietarios del capital.
Es decir que estas últimas incluyen exclusiones, exenciones, deducciones, tratamientos especiales y descuentos, inmersos en los estatutos, y debería ser igual a la estatutaria (nominal), pero por dichos beneficios o ‘los quites’ el contribuyente paga menos al fisco.
Los resultados del estudio evidencian las grandes brechas entre los países en lo relacionado con tasas efectivas promedio brutas de tributación.
Es así como en el 2015 los tributos a los ingresos al capital de hogares y sociedades se ubicó, en promedio, en Colombia en 16,19 por ciento, en Luxemburgo en 18,1 por ciento y en Suiza en 21,5 por ciento. El nivel promedio de 32 países de la Ocde se situó en 21,3 por ciento, pero también con disparidades.
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